Con 70.200 millones, programa ‘Iraca’ beneficia a 9.400 hogares indígenas y afrocolombianos en lucha contra el hambre
El proyecto beneficia a 14 departamentos de Colombia, entre ellos el Tolima, dijo el Director de Prosperidad Social Gustavo Bolívar
El Gobierno nacional, a través del Departamento para la Prosperidad Social, empezó en Florida, Valle del Cauca, una nueva implementación del programa de atención con enfoque diferencial ‘Iraca’, que contribuye a la generación de ingresos y a la erradicación del hambre.
Según la entidad, en el marco de la COP16, el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar Moreno, y representantes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) lanzaron la nueva implementación del programa ‘Iraca’, del cual se beneficiarán 9.400 hogares indígenas y afrocolombianos en 67 territorios étnicos de 14 departamentos.
“Beneficiaremos a 9.431 hogares: 8.341 hogares son indígenas y 1.090 son afrocolombianos. Los beneficiarios están en 67 territorios étnicos de 14 departamentos del país”, informó Bolívar. Los departamentos son Arauca, Caquetá, Casanare, Cauca, Chocó, Córdoba, Guaviare, La Guajira, Meta, Nariño, Putumayo, Tolima, Valle del Cauca y Vichada”, señaló Bolívar Moreno.
Añadió que “el mandato del presidente Gustavo Petro es garantizar que este sea el Gobierno de los trabajadores, de la economía popular, del campesinado, de los indígenas y las comunidades étnicas. Esto es un acto de justicia. Les estamos regresando un poquito de todo lo que les han quitado en la historia de este país”.
En un boletín de prensa, la entidad explicó que “la inversión es de 70.200 millones de pesos: Prosperidad Social aportará 54.798 millones de pesos, y el socio cooperante UNODC, 15.402 millones de pesos. En esta implementación, el programa está dirigido a hogares de comunidades indígenas y afrocolombianas que se encuentran en situación de pobreza extrema, vulnerabilidad o en riesgo de desaparición física o cultural”.
“’Iraca’ es un programa de Prosperidad Social que contribuye a la transformación de las condiciones de exclusión y vulnerabilidad de las comunidades étnicas: facilita oportunidades para la generación de ingresos, promueve el acceso a alimentos para el autoconsumo en el marco de la lucha contra el hambre, y enriquece la organización social y comunitaria”, agregó la entidad.
Explicó además que el programa desarrollará tres componentes: fortalecimiento social y comunitario, seguridad alimentaria y generación de excedentes agroproductivos. Se entregarán incentivos en especie, con un proceso de acompañamiento en encuentros y visitas a los hogares participantes, en los que se trabajará en el fortalecimiento de capacidades para la sostenibilidad de los proyectos.
“Todos los hogares recibirán insumos para el desarrollo de un proyecto integral por territorio colectivo, que será formulado con las autoridades étnicas y los hogares de las comunidades focalizadas por el programa. Los valores de los insumos corresponden a 906.000 pesos por unidad familiar para seguridad alimentaria; 2.570.000 pesos por unidad familiar, grupal o colectiva para la generación de excedentes agroproductivos; y 204.000 pesos por hogar para el fortalecimiento social y comunitario”, señaló Prosperidad Social.
Olivier Inizan, representante regional adjunto de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para la Región Andina y el Cono Sur (UNODC), expresó: “Para nosotros, este programa es muy importante, pues ha sido concebido para afianzar la seguridad alimentaria, así como la capacidad productiva de las familias, que es un elemento clave para asegurar la sostenibilidad. No es un programa asistencialista, sino que proporciona insumos para que las comunidades puedan tener recursos propios”.
El Departamento para la Prosperidad Social señaló que ‘Iraca’ también contribuye a la protección de la diversidad biológica de los territorios étnicos, implementa proyectos ambiental y socialmente sostenibles, reconoce los usos y costumbres ancestrales y fortalece las prácticas tradicionales de producción, mediante el uso de semillas nativas y desde un enfoque del derecho humano a la alimentación.