Autoridades italianas califican el hallazgo como un “tesoro de la historia”
(ANSA) – POMPEYA – El caparazón casi intacto, la cabeza intacta, al igual que la cola, y una de las patas de una tortuga terrestre con su huevo es la última sorpresa que entregan las excavaciones arqueológicas en Pompeya, en el sur de Italia.
Los arqueólogos lo hallaron bajo el suelo de un comercio donde se investigan los restos de una casa arrasada tras el terremoto del 62 d.C
Según revelaciones a ANSA, los expertos detectaron la “sorpresa” a medio metro de profundidad bajo el piso de tierra de una morada en la céntrica Via dell’Abbondanza (Calle de la Abundancia), donde una investigación compartida entre la Universidad Oriental de Nápoles, la Freie Universitat de Berlín y la Universidad de Oxford está explorando los restos de una lujosa finca, que tras el terremoto fue misteriosamente demolida y anexada a los baños públicos de Stabian.
“Pompeya, un cofre del tesoro de la historia que fascina al mundo”, aplaude el ministro de Bienes Culturales y Turismo de Italia, Dario Franceschini. Se trata de un hallazgo importante, explica el director del Parque Arqueológico, Gabriel Zuchtriegel, “que abre una ventana a los últimos años de la ciudad”, los que siguieron al terremoto, “en los que toda Pompeya se transformó en un gran y palpitante sitio de construcción “.
Según el director, en esta situación, el ecosistema del pueblo cambió, con animales salvajes que encontraban su espacio en las construcciones en marcha o en viviendas o comercios como este, en pleno centro. Evidentemente, la tortuga debe haber entrado en la taberna “y allí, en un rincón protegido, cavó una cueva para poner su huevo”, apunta la antropóloga Valeria Amoretti. “No lo logró y eso pudo haberle causado la muerte”, completó.
La investigación continuará ahora en el laboratorio, pero mientras tanto, con la ayuda en el campo de los estudiantes de la universidad napolitana, están saliendo a la luz los pisos y la decoración de la magnífica casa que originalmente ocupaba esos espacios. Una residencia de valor absoluto, subrayan Marco Giglio de la Universidad Oriental y Monika Trumper de la Universidad de Berlín.
La vivienda, entre vestíbulos y patios, se extendía a lo largo de 900 metros cuadrados en una zona muy céntrica de la ciudad. Con pisos de mosaico que por su complejidad y belleza, señalan los expertos, pueden compararse con las de la Villa de los Misterios o la Casa di Cerere, engalanadas por refinados y raros diseños que en algunos casos reproducen las maravillas de la arquitectura romana, como el largo acueducto que apareció en el suelo del tablinum (algo así como una oficina en las casas romanas).
Un lujo que las excavaciones de las últimas semanas también han devuelto a través de fragmentos de lo que fue: zuecos de mármol policromado, una pequeña y bella máscara de terracota, incluso una concha pintada que debía lucir en alguna parte.