El Jefe de Estado José María Melo, en sus 222 años de su natalicio en Chaparral, Tolima. Columna de Jorge Ancizar Cabrera Reyes.
“¡Vivan el ejército y los artesanos, abajo los monopolistas”.
Esta es una fecha histórica para resaltar, el nacimiento del General José María Melo, ocurrido el 9 de octubre del año 1800, en Chaparral, Tolima y murió asesinado el 1 de junio de 1860 en Trinitaria, Chispas, México, olvidado por su patria Colombia.
El General José María Melo, soldado del Libertador Simón Bolívar, el 17 de abril de 1954 se posesionó como Presidente de Colombia, período que terminó el 4 de diciembre de 1854, en su discurso de posesión presidencial el General José María Melo, señaló:
“Compatriotas: El espectáculo aflictivo de vuestra situación ha conmovido fuertemente mi ánimo. Insinuada la anarquía por todas las venas de la república, bajo el aliciente seductor de las nuevas instituciones, disfrazado el despotismo de un partido ingrato, con las formuy protectoras de la libertad, desautorizado o impotente el Gobierno Nacional hasta servir de escarnio a los opresores y anarquistas sentados en el lugar de los legisladores, sin título alguno legítimo, los enemigos sempiternos de la República, insultando indignamente y aniquilando de un solo golpe de arbitrariedad el ilustre cuerpo de ciudadanos armados que han dado independencia a estos pueblos, baluarte inexpugnable del orden y de la libertad, vilipendiada la religión por la impiedad, rotos los vínculos de la moral, disociadas las provincias, cansadas ya del desorden y en vísperas de hundirse todas en la anarquía, imperdonable crimen sería en un soldado, que desde sus primeros años consagró su vida a su patria, verla perecer pudiendo salvarla. No, ciudadanos, la libertad no perecerá mientras yo exista, mientras exista uno solo de esos héroes que forman hoy el pequeño pero glorioso ejército de la República “.
El primer Decreto Orgánico del gobierno del general José María Melo, en el hizo una serie de definiciones de tipo legal, entre las que se destacan dos. Se declaró inviolable la propiedad de los Granadinos, pero se previó la justa indemnización cuando aquella se requiera para usos públicos y además se decretó la libertad para el ejercicio de cualquier profesión, arte y oficio y se declararon abolidos todos los monopolios”.
El intelectual y profesor Antonio García en su juicioso estudio publicado el 15 de marzo de 1957 por la Editorial Argra, “La Democracia en la Teoría y en la Práctica”, en su análisis histórico e investigativo, señala: “En el agitado período que va de 1840 a 1854, entra en escena un nuevo tipo de fuerza social -en forma de club artesanal y libertario- que se desdobla militarmente en las Guardias Nacionales, de acuerdo con los moldes clásicos de las Revoluciones Francesa (las de 1789 y 1848). Incorporados los artesanos radicales a esa fuerza, en ella se concentra toda la inquietud política y el comprimido anhelo revolucionario del pueblo. El golpe de Estado del general José M. Melo -iniciado como una rebelión cuartelaria, el 17 de abril de 1854, siendo comandante general de las tropas- es la válvula de escape de ese estado de comprensión revolucionaria, que no encontraba salidas por las vías de un sufragio lleno de trabas y limitaciones”
El General José María Melo, respaldado por las llamadas “sociedades democráticas y de los artesanos” llega al poder y lo planteado por el Historiador Gustavo Vargas Martínez en su libro “José María Melo los Artesanos y el Socialismo” nos enseña: “La compleja situación de entonces se despejó, violentamente, con el golpe politico-militar que dio el 17 de abril de 1854 el general José María Melo. Buscando apoyarse en las “sociedades democráticas de artesanos” y en sectores no comprometidos del todavía Ejército Libertador, Melo trató de contener por igual a conservadores y liberales de cualquier matiz, y propuso algo nuevo en la historia de América Latina: un gobierno de artesanos y militares. Pero es obvio que las condiciones políticas del país no estaban maduras para esa proposición. De inmediato, se unieron conservadores y liberales, “gólgotas” y “draconianos”, “filotémicos” y “republicanos”; organizaron un poderoso ejército multipartidista con la benévola asistencia del señor Green, de la Legación Americana, y el general Melo no tuvo otra alternativa, desde el punto de vista político y militar, que organizar la defensa de la capital, único bastión que pudo mantener durante escasos ocho meses. Después de Melo, se hizo fuerte el liberalismo económico por más de un siglo”.
Igualmente, para recordar la inspiración de su lucha, organizada por líderes populares y entre ellos el artesano José Garnica, podemos leer sus versos indicados por la investigación realizada por el excanciller colombiano e historiador doctor Indalecio Liévano Aguirre. Así: “Infeliz Patria, hasta cuándo/cesará nuestro desvelo,/vuestros hijos por el suelo/y los amigos mamando!/Nos traen mesas, taburetes,/canapés, escaparates,/baúles, zapatos, petales,/galápagos, ligas, fuertes,/y multitud de juguetes/con que barren nuestros reales;/mientras nuestros menestrales/se abandonan por no hallar/cómo poder trabajar/ igual a tantos rivales./Preciso es, caros hermanos,/que dejemos la manía/de empobrecer cada día/más y más los colombianos/dando preferencia ufanos/a las cosas extranjeras”. Tomado del libro “José María Melo los Artesanos y el Socialismo”. Autor Gustavo Vargas Martinez, 1998. Planeta Colombiana Editorial S. A., 1998.
José María Melo, es el único héroe de la independencia y expresidente colombiano, que sacrificó su vida también en la lucha por la libertad de los Mexicano comandados por el demócrata y luchador Benito Juarez, allá en el Estado de Chiapas, donde reposan sus restos que tienen que ser expatriados a Colombia, donde se le deben tributar sus merecidos honores.