La obligación de aislarse, para quienes tengan la enfermedad, se suspende desde este jueves
El Primer Ministro anunció ante la Cámara de los Comunes, la derogación de las últimas restricciones contra el COVID-19 en Inglaterra, incluyendo el requisito de que las personas infectadas se aíslen, aunque reconoció la posibilidad de que aparezcan nuevas y más mortíferas variantes del coronavirus.
Señaló que esto marcaba el fin de “dos de los años más oscuros y sombríos de nuestra historia en tiempos de paz”.
Johnson confirmó que cesará el rastreo de rutina de los contactos de personas contagiadas. Se le seguirá recomendando a la población quedarse en casa si se enferma, pero ya no recibirá un respaldo financiero adicional.
El anuncio sólo se aplica a Inglaterra, donde viven 56 de los 67 millones de habitantes de Gran Bretaña.