La organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró en 1978 a Galápagos como patrimonio natural de la humanidad.
Quito (EFE).- La Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) informó de un aumento en la población de iguanas amarillas en la isla Fernandina, del archipiélago ecuatoriano de las Islas Galápagos, hasta ubicarse en 46.000 individuos.
El estudio lo realizó un equipo de guardaparques del Parque Nacional, bajo el asesoramiento del científico investigador Luis Ortiz-Catedral, quienes evaluaron la densidad poblacional de las iguanas terrestres amarillas (Conolophus subcristatus) en Fernandina, una de las islas más grandes y prístinas del archipiélago.
El trabajo de campo se realizó en 2018 y el equipo de investigadores utilizó la metodología captura, marca, recaptura, en dos periodos distintos en ese año, en las áreas de pre-apareamiento y apareamiento de los reptiles.
Esta acción permitió determinar la densidad de iguanas amarillas en este tipo de hábitat, indicó la DPNG en un comunicado en el que apuntó que posteriormente, se extrapoló esta información a la cantidad de áreas en condiciones similares que tiene la isla Fernandina y se estimó la población.
«Las iguanas terrestres son especies emblemáticas de Galápagos, la función que cumplen en los ecosistemas es importante, ya que su dieta está basada en el consumo de plantas endémicas y esto permite la distribución de semillas, convirtiéndose en ingenieras del ecosistema», dijo Danny Rueda Córdova, director del Parque Nacional Galápagos.
Añadió que tener una población saludable de iguanas terrestres garantiza mantener la funcionalidad y salud de los ecosistemas para beneficio de toda la biodiversidad que lo conforma. «Este estudio nos permite refinar estrategias de conservación, ya que nos brinda una referencia de la capacidad de carga para estos reptiles en un hábitat saludable», señaló.
Las iguanas terrestres de Galápagos pueden vivir hasta 30 o más años, por lo que monitoreos como el realizado ayudan también a formar una base sólida para entender la tasa de reclutamiento de juveniles en la población, dijo Ortiz-Catedral, científico asesor de la investigación.