En la investigación para esclarecer el crimen colaborará la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, sigla en inglés) de Estados Unidos, que enviará un equipo a Quito a petición de Lasso, luego de que el Gobierno estadounidense le ofreciera “asistencia investigativa urgente”.
Quito (EFE).- Ecuador se despidió del candidato a la Presidencia de Ecuador asesinado el miércoles, Fernando Villavicencio, en una jornada manchada por disputas familiares pero donde en el último momento decenas de seguidores han podido dar su último adiós tras el crimen político.
Después de haber sido velado de manera íntima y privada por familiares y allegados en un tanatorio de Quito, el féretro con los restos mortales de Villavicencio partió primero al cementerio y, luego de realizar allí una breve ceremonia, salió hacia un recinto ferial donde su círculo cercano había previsto un homenaje póstumo.
Las idas y venidas del ataúd se dieron en medio de desavenencias familiares entre la esposa de Villavicencio, Verónica Sarauz, y la madre, hermanos y sobrinas del periodista y exasambleísta que aspiraba a suceder al actual presidente, el conservador Guillermo Lasso, en las elecciones extraordinarias convocadas para el próximo 20 de agosto.
En el Centro de Exposiciones de Quito los simpatizantes han tenido la oportunidad de dar el último adiós a Villavicencio después de que llegarán hasta los exteriores del tanatorio y luego del cementerio para insistir en que se celebrara un velatorio público.
Con oraciones, el puño en alto, dejando flores y sobre todo con lágrimas, las personas en fila han ido pasando por el féretro, cubierto por una bandera blanca con el logotipo de su formación “Construye” y su rostro.
En el ataque también resultaron heridas otras nueve personas, de las que cinco se encuentran en condición estable en la Clínica de la Mujer, a donde también llegó Villavicencio en condición “fulminante”, lo que impidió al personal de salud salvarle la vida, según un comunicado de ese centro de salud.
Hasta el momento, la Policía ha confirmado la detención de seis hombres -todos ellos colombianos – como supuestos autores materiales del asesinato, quienes han ingresado en prisión preventiva por orden de un juez.