El 7 de agosto de 1819, ocurrió la Batalla de Boyacá, hace 203 años.
“La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de otro modo”…”Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”. Rosa Luxemburgo.
La victoria en la Batalla de Boyacá, donde se derrocó por completo el yugo español y se enarboló por parte del libertador Simón Bolívar la libertad emancipadora, ocurrió el 7 de agosto de 1819, sobre el puente en el cruce del río Teatinos cerca a la ciudad de Tunja. Hubo 13 muertos y 53 heridos por el lado patriota y por los realistas comandados por el Coronel José María Barreiro fueron más de 200 las víctimas,
Es importante exaltar y rescatar el valor insobornable del niño soldado Pedro Pascasio Martínez en esa batalla que es un ejemplo para la restauración moral del país hoy más que nunca, y para decir con Simón Bolívar “La corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de los delitos. Sin fuerza no hay virtud y sin virtud perece la República”.
El valor del soldado niño de 12 años Pedro Pascasio Martinez, que estuvo en el Batallón Rifles del ejército patriota, a pesar de que Barreiro, le ofreció una gran cantidad de dinero, él la rechazó y por ello para la historia es considerado como el símbolo de la honestidad, la ética y la anticorrupción. Aprehendió al Comandante General del Ejército realista Barreiro, y dejó una huella indeleble al no dejarse sobornar por el oficial español, haciendo relucir su honorabilidad y sus valores éticos como ejemplo a la patria. Además, el niño Pedro Pascasio Martínez, colaboró con el cuidado de los caballos del Libertador Simón Bolívar.
Hoy en la actual historia de Colombia se necesitan que los Pedro Pascasio Martínez se multipliquen y contribuyan en la restauración moral del país que nos hablara el sacrificado caudillo doctor Jorge Eliécer Gaitán Ayala, al igual se hace necesario la aplicación de las normas disciplinarias consagradas en la ley 137 de 1994 en su artículo 53 del Régimen Especial Disciplinario y nueva ley 1952 de enero 28, de 2019, “Por medio de la cual se expide el Código General Disciplinario y se derogan la Ley 734 de 2002 y algunas disposiciones de la Ley 1474 de 2011, relacionada con el derecho disciplinario”, para ponerle barreras y talanqueras a la corrupción galopante de cuello blanco que se apropian cada año de más de cincuenta billones de pesos según los informes de los organismos de control y las publicaciones de la Universidad Externado de Colombia, sobre la materia.
La Ley 668 de 2001, declaró el 18 de Agosto como: “El Día Nacional de Lucha Contra la Corrupción”, y en su artículo 4 dispuso: “El Congreso de la República de Colombia crea la “Medalla Pedro Pascasio Martínez de Etica Republicana”, con el nombre y la efigie del niño soldado, que deberá entregarse el día 18 de agosto de cada año, previa selección realizada en sesión conjunta de las Comisiones de Etica de Senado de la República y de la Cámara de Representantes, a un colombiano o colombiana, menor de 25 años que, a través de iniciativas individuales o colectivas, haya trabajado en la recuperación de los valores éticos ciudadanos que conduzcan a la prevención de la corrupción”, donde puedo decir con un pensador que hacer coronas es muy fácil, pero no difícil es encontrar cabezas dignas que las lleve.
El 7 de Agosto de 1819, con la gesta libertadora de Batalla de Boyacá, fue el final de un proceso y hoy 7 de Agosto del año 2022 es el comienzo de otro período en la cual los colombianos tenemos fincadas todas las esperanzas y expectativas de un cambio para bien de la nación.
La Corte Constitucional mediante sentencia jurisprudencial frenó la entrega de los baldíos de la nación a grandes propietarios en extensiones de tierra, y esos baldíos se deben adjudicar a los pequeños propietarios, campesinos, afrodescendientes y indígenas sin tierra, pero dolorosamente el Congreso en contra del anterior principio legislo la ley de las Zidres y la misma Corte Constitucional la declaró exequible.
Hay mucha expectativa en el nuevo gobierno que se inicia, pero también hay mucho miedo, de ahí que el diálogo social y trasladado a las regiones es constructivo y busca caminos de entendimiento y de resolución de los conflictos en la búsqueda de la paz real o como la llama el nuevo gobierno la paz total.
El diálogo es un instrumento útil y necesario para dirimir las tempestades violentas que se pueden agudizar cada día con la pérdida de vidas humanas, superar las desigualdades, la discriminación, los conflictos, el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario y llegar así al entendimiento mutuo.
Una habilidad de la paz unida al diálogo como ayuda pedagógica, didáctica y de ellos se desprende la conciliación, los puntos de consenso y los acuerdos, como una salida madura y civilizada de la resolución de los conflictos.
Esto señala positivamente en avanzar en el camino de la paz y la convivencia para lograr que en el conflicto haya un camino de diálogo y concertación en el logro de la paz, el reconocimiento del adversario como opositor ideológico y el respeto de los mismos actores, para llegar a la confianza y así superar los antagonismos.