Escritura – Colosenses 3:7-10 “Solías andar por estos caminos, en la vida que una vez viviste. Pero ahora deben deshacerse de todas las cosas como estas… ya que te has quitado tu viejo yo con sus prácticas y te has vestido del nuevo yo, que se está renovando en conocimiento a imagen de su creador”.
Meditación: El crecimiento requiere cambio. Dios le dijo a Caín que se apartara del pecado que deseaba tenerlo. Los profetas del Antiguo Testamento suplicaron a los israelitas que se apartaran de su comportamiento pecaminoso. Jesús desafió a los fariseos a apartarse de sus tradiciones. Cuando un hombre y una mujer se casan, no son perfectos (nadie lo es) y a menos que cada uno esté dispuesto a cambiar, su relación no crecerá y puede morir.
No es natural que dos se conviertan en uno y no sucede en la ceremonia de la boda. Una pareja se convierte en una sola carne a medida que ambos crecen (cambian) en su relación juntos. Blanca y yo escuchamos un mensaje de radio que se centró en la necesidad y la importancia del cambio, y aunque no estaba dirigido al matrimonio, no pudimos evitar aplicarlo a nuestra propia relación matrimonial. El Señor nos mostró que no hemos permitido que Él cambie a cada uno de nosotros en ciertas áreas de nuestros patrones de comportamiento y actitudes.
Nuestra incapacidad para cambiar en estas áreas críticas ha impedido que nuestra relación florezca aún más de lo que lo ha hecho en nuestros 54 años de matrimonio. Dios a menudo usará a tu cónyuge para desafiarte a cambiar. Nuestra tendencia natural es rechazar las peticiones y observaciones de nuestro cónyuge, pero si deseamos crecer en nuestra relación, debemos tomar en serio lo que dicen. Algunos tratan de cambiar a su cónyuge en lugar de permitir que Dios haga el cambio. No puedes cambiar a tu cónyuge, solo Dios puede hacer eso. Sólo puedes cambiarte a ti mismo con la ayuda de Dios. A medida que crezcan en su relación de una sola carne, Dios los usará para afectarse mutuamente.
En edición anterior de E-Vitaminas Para Matrimonio, señalamos cómo las parejas de hoy gastan miles de dólares en bodas, automóviles y otros juguetes. Invierten en casas, jubilación y en el mercado de valores, pero no invierten en su matrimonio ni gastarán el tiempo y la energía necesarios para mejorar su relación matrimonial. Las conferencias y seminarios matrimoniales son excelentes ayudas para ayudarle a cambiar. Dedique tiempo y dinero en actividades de mejora del matrimonio cuando surja la oportunidad. El retorno vale la pena.
Desafío: Siéntese con su cónyuge y haga una lista de tres (3) cambios que ha hecho en los últimos sesenta (60) días que funcionan para mejorar su relación. ¿Su cónyuge está de acuerdo? Ahora haga una lista de tres (3) cambios que se compromete a hacer en los próximos (60) días que ayudarán a que su relación crezca (cambie).
Pensamiento del día: Señor, gracias por mi esposa / esposo y familia. Me comprometo contigo y con mi cónyuge a esforzarme a cambiar para ser el esposo / esposa que me has llamado a ser. Ayúdame a identificar las áreas que necesito cambiar y a enfocarme en mí mismo y no en mi cónyuge.
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