El renacimiento de James Rodríguez, la ‘bendición’ de Lorenzo que salió bien
El entrenador de la Selección Colombia no dudó a la hora de convocarlo pese a la falta de minutos y el 10 respondió. Razones de una sociedad que funciona.
* Artículo FIFA – En 1994, Diego Maradona jugó el 16 de junio de 1994 su primer partido de la Copa Mundial de Estados Unidos como jugador libre. Su último encuentro había sido unos seis meses antes (2 de diciembre de 1993, ante Huracán), con la camiseta de Newell’s, en un paso que hizo volar la fantasía de miles de hinchas rosarinos pero que no terminó de aceitarse.
En las Eliminatorias rumbo al Mundial 2010, Juan Román Riquelme era la bandera de la Selección argentina que dirigía Alfio Basile, pese a que llevaba varios meses sin jugar en Villarreal, distanciado con el cuerpo técnico que dirigía Manuel Pellgrini. Muchos recuerdan los dos golazos de tiro libre que le marcó a Chile en el estadio Monumental, un partido al que el 10 argentino llegaba con tres meses sin jugar un partido, siendo el último la final de la Copa América 2007.
En septiembre de 2022, James Rodríguez fue convocado a la Selección Colombia para los amistosos ante Guatemala y México. El 10 recién se había desvinculado de Al-Rayyan, de Qatar, y firmado con Olympiacos, de Grecia. Había tenido unos minutos el 7 de septiembre y antes de eso había visto acción recién en marzo. Las críticas negativas llovieron como una tormenta imparable.
Hay jugadores diferentes. Hay talentos con una entidad especial, con un registro que crea contextos a favor que otros no pueden alcanzar. James Rodríguez es uno de ellos según la mirada de su entrenador, Néstor Lorenzo. Así lo explicó ante su primera convocatoria.
“Hay jugadores que en 20 minutos te dan más que nadie. Es un jugador que le ha dado mucho al fútbol colombiano. Estuve hablando con él y lo noté con mucho compromiso y ganas de estar y brindarse de lleno en la Selección”, dijo Lorenzo, histórico ayudante de campo de José Pekerman entre 2012 y 2018, donde la Tricolor consiguió algunos momentos de brillantez, con dos clasificaciones consecutivas a las Copas Mundiales de 2014 y 2018. James, ahora de 32 años, fue el abanderado futbolístico de ese éxito.
Más de un año después, la tormenta pasó de largo, salió el sol y el pronóstico no advierte casi ninguna nube. La Selección Colombia tiene 12 puntos y ocupa el tercer lugar de las Eliminatorias sudamericanas rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026, dos puntos abajo de Argentina y uno de Uruguay. James Rodríguez (ahora en Sao Paulo, en busca de una regularidad que no termina de llegar por no encontrar la plenitud física) fue titular en los últimos cuatro encuentros (2-2 con Uruguay, 0-0 contra Ecuador, 2-1 ante Brasil y 1 a 0 vs. Colombia). Y volvió a brillar. Como en las viejas -buenas- épocas.
Aquí, un repaso por parte del plan creado por Lorenzo en torno a James, a quien en Sao Paulo todavía le depositan expectativas, tras una temporada irregular en la que disputó 14 partidos, marcó un gol y dio tres asistencias.
Historia
En una de sus primeras conferencias de prensa, a Lorenzo le preguntaron por la ausencia de Daniel Ruiz, un delantero que estalló en esta temporada en Millonarios, y cómo se justificaba la aparición de James con tan pocos minutos encima.
El entrenador fue cortante: “El mensaje es que no podemos comparar a Ruiz con James en este momento. Fui claro cuando dije que hay jugadores que son importantes dentro y fuera de la cancha y que le han dado mucho al fútbol colombiano. El compromiso que demostró James merece que esté en el grupo y sé que nos va a aportar”.
Le tiene un cariño especial y así lo hace saber. Pero, además, Lorenzo parece impregnado por la generación de jugadores que brillaron en la era de Pekerman. Juan Cuadrado no estuvo en las últimas dos fechas por lesión pero es considerado. Radamel Falcao, aunque aún no fue llamado, recibió elogios del entrenador y forma parte del radar, aunque el centrodelantero titular es Santos Borré.
Lorenzo no solo respeta la historia. La abraza.
Posición
En la Selección Colombia, James abandonó definitivamente el papel de definidor. Si alguna vez, especialmente en su época en el Real Madrid, era una especie de mediapunta o incluso extremo, es una faceta que quedó atrás, aunque no quiera decir que por eso no tenga llegada al gol.
El exjugador de Banfield y Monaco suele formar un triángulo en el mediocampo tricolor, un poco más adelante de los dos volantes centrales, que por ahora no termina de definirse y tuvo muchas variantes en los nombres: Lerma-Castaño, Castaño-Uribe, Uribe-Barrios.
Las distancias recorridas suelen ser más cortas y su tarea tiene que ver más con la gestión. Desde sus pies parte una circulación prolija y criteriosa. Muchos pases cortos para acumular y atraer para luego sí lanzar más profundos especialmente a los cuadrantes.
Los que acompañan
El esquema de la Selección Colombia está planteado desde el equilibrio pero con una mirada que se orienta más a lo ofensivo que a lo defensivo. Alrededor de ese triángulo que combina jugadores de contención con armadores de juego, Lorenzo encontró los intérpretes perfectos para jugar por las bandas y completar un quinteto en la mitad de la cancha. Uno se destacó en el campeón de la Copa Libertadores, Fluminense. John Arias explotó en base a la velocidad, la confianza y el desequilibrio en los duelos. El otro es el jugador estrella del equipo: Luis Díaz, figura del Liverpool, suele ubicarse en el sector izquierdo para enfilar hacia adentro y poder poner a prueba su remate, pero también tiene apariciones por el centro, cerca del centrodelantero, que suele ser Borré.
Para James, las dos opciones son una bendición. Aunque pueden recibir el balón en una zona estática y al pie, ambos son particularmente buenos para ocupar los espacios vacíos, lugares que el 10 colombiano busca permanentemente.