Finaliza el programa COVAX, con el que se evitaron 2,7 millones de muertes por covid-19 en todo el mundo
Aunque COVAX no acabó completamente con la desigualdad de vacunación entre países ricos y pobres, sí contribuyó a aliviarla, distribuyendo tres de cada cuatro dosis en los países de rentas más bajas durante la pandemia.
Ginebra (EFE).- La comunidad internacional pone punto y final este 31 diciembre al programa COVAX de distribución de vacunas, un plan sin precedentes que repartió 2.000 millones de dosis principalmente a países en desarrollo y con el que se calcula que se evitaron 2,7 millones de muertes por covid-19 en todo el planeta.
Patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), la Alianza para las Vacunas GAVI y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), el programa COVAX fue concebido para universalizar las nuevas vacunas surgidas contra la covid-19 y evitar que éstas sólo se administraran en los países más ricos.
Bajo el lema “nadie estará a salvo hasta que todos estén a salvo”, repetido hasta la saciedad por los dirigentes de estas organizaciones, el programa logró que la tasa de vacunación contra la covid en las economías más pobres haya alcanzado actualmente el 57 %, sólo ligeramente inferior a la media global del 67 %.
“Sabíamos que las fuerzas del mercado no iban a distribuir equitativamente las vacunas, por lo que la creación de COVAX dio a millones de personas en todo el mundo acceso a éstas”, destacó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyersus.
Lanzado a mediados de 2020, incluso antes de que a finales de ese año se inocularan las primeras vacunas anticovid en el mundo, COVAX creaba una red de distribución según la cual los países desarrollados podrían donar excedentes, los de rentas medias lograrlos a precios reducidos, y 92 economías consideradas de baja renta según los baremos de la ONU los tendrían gratuitamente.