Los casos diarios de COVID-19 en todo el país están llegando a niveles récord, con 32.695 reportados el viernes.
BEIJING (AP) Los habitantes de algunas partes de la capital de China vaciaban los estantes de los supermercados y saturaban las aplicaciones de entrega el viernes, ya que el gobierno municipal ordenó acelerar la construcción de centros de cuarentena y de hospitales temporales para el COVID-19.
La incertidumbre y los informes dispersos y no confirmados de cuarentenas en al menos algunos distritos de Beijing han impulsado la demanda de alimentos y otras provisiones, algo que no sucedía en la ciudad desde hacía meses.
Cantidades inusualmente grandes de compradores en los suburbios del norte de la ciudad dejaron vacíos los estantes de los mercados, pero los clientes eran relativamente pocos en el centro de la ciudad de 21 millones de habitantes, en donde seguía habiendo suministros en abundancia.
Los casos diarios de COVID-19 en todo el país están llegando a niveles récord, con 32.695 reportados el viernes. De esos, 1.860 eran en Beijing, la mayoría asintomáticos.
Centros de cuarentena improvisados y hospitales temporales montados apresuradamente en gimnasios, centros de exhibiciones y otros espacios han adquirido mala fama por la sobrepoblación, falta de higiene, escasez de alimentos y por tener las luces prendidas las 24 horas.
A muchos residentes de la ciudad ya les aconsejaron no salir de sus complejos residenciales, algunos de los cuales están siendo cercados. En los accesos, trabajadores cubiertos de pies a cabeza con trajes protectores blancos evitan el paso a personas no autorizadas y se aseguran de que los residentes muestren una prueba reciente de COVID-19 con resultado negativo en las aplicaciones de salud de su celular para poder entrar.
Varios campus universitarios han sido cerrados y a los estudiantes de los primeros años les están dando clases virtuales. Mientras tanto, algunos de los servicios de entrega de víveres en Beijing llegaron a su límite.