Escritura – 2 Reyes 19:29 – “Esta será la señal para ti, oh Ezequías: Este año comerás lo que crece por sí mismo, y el segundo año lo que brota de eso, pero en el tercer año siembra y cosecha, planta viñedos y come su fruto”.
Meditación: A medida que se esfuerce por mejorar su relación matrimonial en las áreas de acuerdo, orando juntos, eliminando los patrones de vida impíos y reteniendo a los piadosos, Dios bendecirá su relación de pacto con protección especial y bendiciones que Él quiere que todos los matrimonios disfruten. Los matrimonios que alcanzan este nivel de madurez en su relación entran en una etapa que equivale al “tercer año” mencionado en la Escritura anterior. Cuando están en esta etapa, ya no requieren enseñanza constante y ministración por parte de otros. En cambio, deben dar a otros matrimonios lo que ahora están disfrutando. La alegría y la satisfacción derivadas al dar a los demás equivale a “plantar viñedos y comer su fruto”. Como todo lo demás que Dios nos da, Él no da bendiciones y protección a los matrimonios para que los guarden para sí mismos. A medida que comiences a compartir con otros lo que Dios te ha dado, Él te dará aún más. Si te niegas a pasar a tu nueva etapa, requiriendo que otros continúen alimentándote, tu crecimiento como pareja de una sola carne dejara de incrementar y empezara a estancarse. Si no están recibiendo como recibían de los sermones de su pastor, o de asistir a seminarios matrimoniales o leer las E-Vitaminas para matrimonios, ¿podría ser que ahora está en el “tercer año” y no lo ha reconocido, o habiendo reconocido, que no empezó a funcionar en él, negándose a plantar viñedos y comer su fruto?
Desafío: ¿Encuentras que los sermones de tu pastor ya no desafían o te hacen desear un cambio en tu situación? ¿Te aburren los testimonios y las enseñanzas que se comparten durante los seminarios matrimoniales? ¿Ha perdido su chispa su relación con su cónyuge? Muy probablemente, su relación matrimonial está en su “tercer año” y usted no se ha dado cuenta o se ha negado a pasar a su nueva etapa. Sea sensible al Espíritu Santo para oportunidades de ayudar a otras parejas dándoles de lo que Dios le ha dado. No esperes a ser entrenado o comisionado por nadie, deja que Dios lance tu matrimonio completamente a su “tercer año” compartiendo lo que Dios te ha dado con otros matrimonios.
Pensamiento para el día: Señor, gracias por el tiempo que nos has permitido ser una pareja de una sola carne de acuerdo con Génesis 2:24. Ayúdanos a seguir creciendo en nuestra relación para ser totalmente transparentes el uno con el otro y no avergonzarnos. Haznos sensibles a las oportunidades que nos das para dar a otros matrimonios de lo que nos has dado.
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