El IDEAM declaró oficialmente la llegada del fenómeno El Niño a Colombia, que podría extenderse hasta marzo de 2024.
En desarrollo de las acciones de respuesta y prevención para la atención oportuna a la población ante los efectos por la llegada del fenómeno El Niño, el Ministerio de Salud y Protección Social emite una alerta dirigida a las autoridades e instituciones territoriales y comunidad en general, ante la fuerte temporada de sequía que se avecina y que puede impactar en la salud de la población colombiana.
La cartera de salud hace un fuerte llamado a la articulación y coordinación de los entes de salud local, para el diseño e implementación de planes de contingencia ante los impactos de este fenómeno climático, que pueden generar fuertes olas de calor e incendios forestales por la disminución de las lluvias. Esto conlleva a fuertes sequías, lo que afecta el suministro y la calidad del agua para consumo humano, animal y agrícola. Así mismo, puede alterar la calidad del aire, la temperatura y la seguridad alimentaria debido a la disminución de la producción agrícola.
En este contexto, el Ministerio de Salud, a través de la Subdirección de Salud Ambiental, ha establecido una serie de orientaciones dirigidas a las Direcciones Territoriales de Salud. Tales disposiciones están alineadas de acuerdo con la implementación del Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026, en el Ordenamiento del territorio alrededor del agua y la Convergencia regional.
Las instrucciones de la cartera de salud se centran en realizar las caracterizaciones necesarias en los entornos de los hogares y las diferentes comunidades en riesgo, que permitan diseñar las acciones e intervenciones de acuerdo con las condiciones del territorio, con el fin de mitigar los riesgos asociados a este fenómeno natural.
También se sugiere a las autoridades locales, reforzar y replicar las estrategias de comunicación socializadas desde el nivel central, enfocadas en la prevención, reacción y concientización acerca de los riesgos en salud, y se puedan tomar las medidas de protección que logren minimizar los efectos negativos en la salud de la población.
Uno de los principales aspectos a tener en cuenta son las medidas de precaución frente a la exposición prolongada a los rayos del sol que pueden provocar quemaduras cutáneas, incrementar el riesgo de cáncer de piel y desencadenar enfermedades relacionadas con las altas temperaturas.