Orando juntos. Vitamina E..spiritual. Por Tony y Blanca Chapa
Génesis 2:24 – “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. (NVI)
Meditación: La escritura anterior declara que un hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y se convertirán en una sola carne. El siguiente versículo continúa diciendo que “El hombre y su esposa estaban desnudos, y no sentían vergüenza”. No tenían una agenda oculta, ni secretos en palabras, hechos o pensamientos. De hecho, eran verdaderamente uno física, emocional y espiritualmente. La intención de Dios es la misma para todos los que entran en pacto con Él y ellos mismos como marido y mujer. Dios te ve como uno, por lo que es natural que Él escuche tus oraciones como uno. Cuando oren juntos, acuerden de antemano por qué orarán. Seleccione peticiones y preocupaciones por las que ambos tengan una carga. Mientras uno ora, el otro debe apoyar y alentar con su propia oración. Asegúrese de no orar para que el otro pueda recibir el mensaje, ore a Dios y Él cuidará del otro. Blanca tiende a rezar oraciones largas y detalladas. Yo tiendo a orar corto, conciso y al grano. Esta diferencia nos causó algunas dificultades cuando comenzamos a orar juntos, pero nos adaptamos y nos encontramos en algún lugar en el medio. Esté dispuesto a adaptarse. Al principio de nuestro caminar con el Señor, a mí (Tony) me ofrecieron un trabajo que realmente quería, pero Blanca no sentía paz sobre el tema. Después de unos días de discutirlo, hablamos con un pastor que respetamos y nos recomendó orar hasta que Dios nos diera la misma respuesta. Según él, Dios no podía dar respuestas diferentes a cada uno de nosotros porque nos ve como uno. Seguimos su consejo y el Señor nos dio la misma respuesta a los dos. Todavía oramos de esa manera. Cuando presente una petición al Señor, ore como uno y luego comparta con el otro lo que recibió del Señor. Si la respuesta no es idéntica, uno o ambos de ustedes no están recibiendo su respuesta del Señor. Continúe orando y repita el proceso. Hazlo hasta que ambos reciban la misma respuesta. Esta es la única manera de asegurarse de que ambos están recibiendo su respuesta de Dios y no de su carne, emociones o alguien más de influencia en su vida. Dado que ambos están de acuerdo antes de tomar la decisión, también evita que cada uno de ustedes culpe al otro si las consecuencias de su decisión no son favorables.
Desafío: ¿Quieres una mayor intimidad en tu relación matrimonial? ¿Tiene dificultades para ponerse de acuerdo sobre los problemas? ¿Culpas al otro cuando las consecuencias de una decisión no son favorables? Si respondieron afirmativamente a cualquiera de las preguntas anteriores, traten de orar juntos. Hazlo a diario. Conviértelo en un hábito.
Pensamiento del día: Señor, gracias por mi matrimonio y mi familia. Ayúdanos a aprender a orar y estudiar tu Palabra juntos todos los días. Cuando no obtengamos la misma respuesta, muéstranos de dónde viene nuestra respuesta: la carne, el mundo o el diablo. Danos paciencia para esperar en que nos proporciones la misma respuesta a los dos. ____
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