Así se construye una Ibagué moderna, entre todos y sin odios, pero sobre todo, con inmenso amor por esta tierra que tanto nos ha dado.
Transformar urbanísticamente una ciudad cuesta, por eso el trabajo del mandatario debe volcarse hacia la constante gestión de nuevas fuentes de financiación. En ese sentido, es importante expresar que la falta de recursos no puede frustrar el sueño de la grandeza y el progreso de Ibagué, sentimiento que invita a tocar puertas y generar acuerdos que beneficien a la ciudad.
Teniendo esto presente, sacamos adelante el Decreto 0832 del 10 de noviembre de 2022, que permite al sector privado invertir en nueva infraestructura para la ‘Capital Musical’, a través de los aportes de participación en plusvalía, un impuesto que se le cobra únicamente a las tierras ubicadas en zonas de expansión o que dejarán de ser rurales y se convertirán en predios urbanos.
Esto aplica cuando los predios pasan a ser urbanos, en aquellos donde se pueden construir más de dos pisos y pasaron de ser residenciales a industriales o comerciales. Es importante mencionar que dicho impuesto equivale al 30 % sobre el valor total del inmueble.
En síntesis, esto significa que, en acuerdo con los empresarios de la construcción, estos podrán pagar su impuesto de plusvalía con obras públicas para Ibagué. La medida nos permite desbloquear una nueva fuente de financiación para las obras que necesita la ciudad, ahorrando el costo de obra en un 40 %, en la medida que se ejecutan a precio de la constructora y, nos permite modernizar la infraestructura de la ciudad en menos tiempo.
Es importante mencionar que los eternos detractores del progreso ibaguereño están haciendo circular el rumor de que las obras ejecutadas por plusvalía serán privatizadas. Por un lado, es falso, y por otro, esto significa que estamos haciendo las cosas bien, porque como expresó Don Quijote de La Mancha a su escudero Sancho: “Sancho, dejad que los perros ladren, es señal de que cabalgamos”.
Actualmente nuestra Alcaldía cursa tres planes parciales por plusvalía, con el propósito de ejecutar obras públicas, cuyo valor se acerca a los $105.000 millones. Entre los proyectos que serán financiados se encuentran la fase III del Acueducto Complementario y una nueva fase de la calle 103, además de la modernización de vías, construcción de viviendas de interés social y más redes primarias de servicios públicos.
Con este acuerdo de ciudad ganamos todos. Gana el gremio de la construcción, porque verá una valorización en sus proyectos; ganan los propietarios, por el desarrollo urbanístico de su sector; y gana la Capital Musical, en la medida que podrá tener más obras a corto y mediano plazo.
Me llena de ilusión y esperanza ver la confianza de los gremios empresariales en nuestro gobierno, se han puesto la camiseta por la ciudad, demostrando que el sector privado debe ser protegido e invitado a trabajar en equipo por Ibagué, dialogando y estableciendo acuerdos donde el Estado les garantice la posibilidad de crecer, aportando al crecimiento de la ciudad.
Así se construye una Ibagué moderna, entre todos y sin odios, pero sobre todo, con inmenso amor por esta tierra que tanto nos ha dado.