Los dos bandos tenían previsto reunirse de nuevo hoy, aunque había pocas esperanzas de progresos en las negociaciones.
Rusia anunció otro cese el fuego y la apertura de corredores humanitarios para permitir que los civiles huyeran de Ucrania a partir del lunes, aunque la mayoría de las rutas de evacuación llevaban a Rusia y su aliada Bielorrusia, lo que fue muy criticado por Ucrania y otros.
En un primer momento no estaba claro si se estaba produciendo alguna evacuación. Las fuerzas rusas seguían golpeando algunas ciudades ucranianas con cohetes incluso tras anunciar el plan de corredores humanitarios, y los enconados combates continuaban en algunos lugares, lo que indicaba que no habría un cese de hostilidades más general.
Los esfuerzos realizados durante el fin de semana de habilitar pasos seguros para los civiles en zonas sitiadas se desmoronaron. Sin embargo, el Ministerio ruso de Defensa anunció un nuevo intento el lunes y dijo que se permitiría la salida de civiles de la capital, Kiev; el puerto sureño de Mariúpol; la segunda ciudad más grande del país, Járkiv, y Sumy.
Ya entrada la segunda semana de guerra, el plan ruso de tomar el país con rapidez ha chocado con una feroz resistencia. Sus tropas han hecho avances significativos en el sur de Ucrania y junto a la costa, pero muchos de sus avances se han visto estancados. Un inmenso convoy militar lleva días casi inmóvil al norte de Kiev.