El presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, acusó a las fuerzas rusas que ocupan parte de las regiones de Jersón y Zaporiyia, en el sur, de aterrorizar a los civiles y de perseguir a quienes sirvieron en el ejército o el gobierno.
KIEV (AP) — Las fuerzas rusas reanudaron el sábado los ataques dispersos sobre Kiev, el oeste de Ucrania y otras partes en un recordatorio explícito a los ucranianos y a sus partidarios occidentales de que todo el país sigue bajo amenaza a pesar de que Moscú se haya centrado en una inminente nueva ofensiva en el este.
El mando del ejército ruso, sorprendido por la pérdida del buque insignia de su flota en el Mar Negro e indignado por supuestos ataques ucranianos en territorio ruso, advirtió en la víspera de nuevos ataques sobre la capital y dijo que sus objetivos eran instalaciones militares.
Reporteros de The Associated Press documentaron la muerte de civiles en ataques perpetrados esta semana en la ciudad oriental de Járkiv, y cada día se descubren nuevas víctimas civiles en una guerra que ha quebrado la seguridad europea. Solo en la región de Kiev, las autoridades ucranianas reportaron haber encontrado más de 900 cadáveres de civiles, la mayoría por heridas de bala, tras la retirada de las tropas rusas hace dos semanas.
Una densa humareda salía a primera hora del sábado de Darnytski, un distrito del este de Kiev que fue atacado, según el alcalde de la capital, Vitali Klitschko. Dijo que los rescatistas y paramédicos estaban trabajando en la zona y que la información sobre posibles victimas mortales se ofrecería más tarde. Además, advirtió a quienes huyeron de la ciudad al inicio de la invasión que, por su seguridad, no regresen todavía.
Desde el terreno, no estuvo claro de inmediato cuál fue el objetivo del ataque. Darnytskyi es un distrito en expansión en el extremo suroriental de la ciudad que mezcla de bloques de viviendas de estilo soviético, con centros comerciales nuevos y grandes tiendas, zonas industriales y depósitos de ferrocarril.