La protesta de los buseteros ha ocasionado trastornos en empresas, entidades e instituciones educativas a las que ha sido imposible llegar a tiempo.
Enfurecida se ha manifestado la ciudadanía ibaguereña, ante la situación de caos que se ha provocado en la movilidad, por cuenta de un paro convocado por un grupo de conductores de buseta de transporte urbano.
Ibague sigue sitiada por segundo día consecutivo a raíz de la protesta que ha provocado el bloqueo total de las principales calles y avenidas, generando desorden, confusión y malestar entre la comunidad, que no entiende cómo no existe ninguna autoridad que haga cumplir la ley y que sea capaz de garantizar el orden, la tranquilidad y la seguridad.
En muchas empresas, instituciones educativas y entidades oficiales y privadas se ha generado una situación de colapso, ante las dificultades de empleados y trabajadores para llegar a tiempo a sus sitios de trabajo o de estudio, por lo cual reclaman la presencia de las autoridades.
Los conductores siguen reclamando por supuestas inconformidades sobre las que no existe posibilidad alguna de lograr acuerdos, pues desistieron de facilitar una concertación en la mesa de diálogo que les había ofrecido la Alcaldía de Ibagué.