Un nuevo estudio parece poner fin al debate científico sobre un antiguo misterio de los dinosaurios
Durante mucho tiempo los científicos han debatido si los dinosaurios eran de sangre fría, como los reptiles a los que se parecen por fuera, o de sangre caliente.
La paleobióloga molecular de la Universidad de Yale Jasmina Wiemann ha dado con un nuevo método que hace posible determinar las tasas metabólicas de los dinosaurios a partir de sus restos fósiles. Consecuentemente, el método permite a los investigadores determinar si las criaturas prehistóricas eran de sangre caliente o fría.
“Hemos desarrollado un nuevo proxy que se dirige a los subproductos de la respiración aeróbica molecular. La respiración aeróbica consiste en convertir el oxígeno en energía química, una cascada de procesos que liberan calor y que acaban determinando la capacidad de un animal de termorregularse activamente”, explicó Wiemann en un hilo de Twitter.
En particular, los investigadores estudiaron los productos de desecho que se forman cuando el oxígeno es inhalado por el cuerpo y reacciona con proteínas, azúcares y lípidos. La cantidad de estos productos puede indicar si un animal era de sangre fría o caliente.
Para examinarlo, los científicos analizaron los huesos del muslo de 55 criaturas diferentes, desde dinosaurios hasta aves y lagartos. Las moléculas no se disuelven en el agua y se conservan bien en los fósiles, así que lo único que tuvieron que hacer los investigadores fue analizarlas mediante espectroscopia infrarroja y luego comparar los resultados con los datos de animales cuyo metabolismo está bien estudiado.
La paleobióloga señaló en su artículo publicado en la revista Nature que los animales de sangre caliente necesitan un metabolismo más elevado para generar energía, y resulta que la mayoría de los dinosaurios eran de sangre caliente, aunque hay excepciones, como el estegosaurio, el triceratops y el hadrosaurio.
Estos animales, según Wiemann, “redujeron secundariamente sus tasas metabólicas al nivel de las de los ectotermos modernos [es decir, los lagartos], lo que sugiere que presentaban comportamientos de termorregulación como la migración estacional, el asoleamiento o las preferencias por los climas cálidos”.
Los hallazgos ponen en tela de duda la teoría de que muchos animales sobrevivieron a la extinción masiva gracias a su elevado metabolismo, ya que los resultados señalan que los dinosaurios con una actividad metabólica igualmente elevada también se extinguieron.