Un investigador de la Universidad de Sídney ha creado ‘Ticklefoot’, capaz de mejorar las capacidades humanas a través de estímulos en los pies
El experto en computación Don Samitha Elvitigala comenzó a indagar sobre las cosquillas mientras realizaba su tesis doctoral en laboratorio de bioingeniería de la Universidad de Auckland, en Sydney. De hecho, fue entonces cuando este investigador descubrió que una máquina también podía hacer cosquillas a una persona, tal y como lo haría un humano.
El fenómeno de la estimulación por cosquillas sigue siendo difícil de investigar porque una persona no puede hacérselas a si misma. Ahí surge la idea del robot.
‘Ticklefoot’ es un dispositivo que estimula los puntos del pie donde una persona tiene más sensibilidad. Unos pequeños cepillos actúan sobre puntos concretos de la planta del pie sin interrupción. La batería del prototipo tiene una autonomía de 60 minutos y se puede controlar a distancia. El robot se adapta al calzado como si fuese una plantilla, con lo que el usuario puede llevarlo puesto con calzado.
El objetivo del experimento es estudiar las reacciones que tiene el cerebro cuando los seres humanos experimentan cosquillas. Las consecuencias que pueda tener en la neurociencia están lejos de ser descifradas.
Sin embargo, los investigadores ya han comprobado algo. Las cosquillas liberan estrés. La risa provocada por la estimulación física es buena para relajarse y descargar preocupaciones. En cualquier caso, las investigaciones de este investigador continúan.