Las fotos también mostraban despliegues de fuerzas terrestres y unidades de helicópteros de ataque en el sur de Bielorrusia.
Las fuerzas armadas rusas cañonearon el lunes la segunda ciudad más poblada de Ucrania y se acercaban a la capital Kiev, en una caravana de cientos de tanques y otros vehículos que se extiende por 64 kilómetros (40 millas), mientras las negociaciones dirigidas a suspender la guerra sólo consiguieron un acuerdo para seguir hablando.
El asediado presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, dijo que la intensificación de los cañoneos tenía como objetivo forzarle a hacer concesiones.
“Creo que Rusia está intentando presionar (a Ucrania) con este sencillo método”, manifestó Zelenskyy a última hora del lunes en un discurso por video. No ofreció detalles sobre las conversaciones de varias horas que tuvieron lugar antes, pero dijo que Kiev no estaba dispuesta a hacer concesiones “cuando una de las partes golpea a la otra con artillería”.