Gaitán, su figura preclara y su pensamiento, siguen presentes, después de su magnicidio, ocurrido el 9 de abril de 1948. Columna de Jorge A. Cabrera
“Cercano está el momento en que veremos si el pueblo manda, si el pueblo ordena, si el pueblo es el pueblo y no una multitud anónima de siervos”. Jorge Eliécer Gaitán.
Hoy se cumplen 75 años del Magnicidio del Caudillo, Paladín y Mártir de la Democracia el doctor Jorge Eliécer Gaitán, un líder infatigable defensor de los derechos humanos, de la justicia, de la paz y de las reivindicaciones populares.
El doctor Jorge Eliécer Gaitán, se gradúa como Abogado en el año de 1924, en la Universidad Nacional de Colombia, con la tesis titulada: “Las Ideas Socialistas en Colombia”. Dos años después en 1926 se desplaza a Italia a estudiar su Especialización en Derecho Penal, recibiendo su título el 11 de julio de 1927 de Doctor en Jurisprudencia con la más alta calificación con su Tesis “El Criterio Positivo de la Premeditación”. Como Abogado litigante incursiona en los estrados judiciales y sobresale por sus defensas penales, y los estudios juiciosos y rigorosos que él hacía y profundizaba en su análisis de la defensa sobre la personalidad y las condiciones sociales del acusado. En 1931 es designado Rector de la Universidad Libre de Bogotá. También en su labor docente universitario, participó activamente en la Comisión Redactora de los Códigos: Penal y Procedimiento Criminal entre los años 1936 a 1938. Igualmente, en el año 1937 fue designado como miembro de número de la Academia de Jurisprudencia.
En el Congreso de la República, realizó muchos debates y brilló con inteligencia y luz propia y en defensa del pueblo y en contra de la oligarquía liberal- conservadora, el doctor Jorge Eliécer Gaitán, era un gran líder popular y como jefe liberal fue un conductor de masas y con sus ideas llegó a lo más profundo del corazón del pueblo del cual exclamaba: “El pueblo es superior a sus dirigentes”…”Yo no soy un hombre, soy un pueblo.
El doctor Jorge Eliécer Gaitán, se desempeñó como: Concejal de Bogotá, Diputado de Cundinamarca, Representante a la Cámara, Senador de la República, Ministro de Educación en el Gobierno del Presidente doctor Eduardo Santos y Ministro de Trabajo, durante la Presidencia del doctor Darío Echandía y Jefe Único del Partido Liberal en el año 1947 hasta su muerte.
En un fragmento de la Oración por la Paz, del año 1948, antes de su muerte el doctor Jorge Eliécer Gaitán dijo: “Impedid, Señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo. En vez de esta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio de Colombia.”
En la parte final de la Oración del silencio es grito, año 1948, antes de su Magnicidio el doctor Jorge Eliécer Gaitán, señaló: “Compañeros de lucha: sólo ha muerto algo de vosotros, porque del fondo de vuestras tumbas sale para nosotros un mandato sagrado que juramos cumplir a cabalidad. Seremos superiores a la fuerza cruel que habla su lenguaje de terror a través del iluminado acero, letal. El dolor no nos detiene sino que nos empuja. Y algo profundo nos dice que el destino debemos gratitud por habernos ofrecido la sabia lección y la noble alegría de vencer obstáculos, de donimar dolores, de mirar en lo imposible nada más que lo atrayentemente difícil. Vuestras sombras son ahora la mejor luz de nuestra marcha. Compañeros de lucha, con la desintegración de vuestras celulas, váis a alimentar nuevas formas de vida. Váis a sumaron el cosmos infinito que desde la entraña oscura e insomne, alimenta al árbol y a la planta que sirven de alegría a nuestros ojos y de pan a nuestro diario vivir. Pero algo más váis a darnos a través de vuestro recuerdo, ya que la muerte en lo individual no es sino mi parpadear de la vida hacia formas más elevadas de lo colectivo y de su ideal.
Compañeros de lucha: al pie de vuestras tumbas juramos vengaros, restableciendo con la victoria del partido liberal los fueros de la paz y de la justicia en Colombia. ¡Os habéis ido físicamente, pero que tremendamente vivos estáis entre nosotros!
Compañeros: vuestro silencio es grito. ¡Vuestra muerte es vida de nuestro destino final!.”
En el discurso del funeral del doctor Gaitán, el doctor Darío Samper, señaló: ” Gaitán estaba en esa milicia de la vida entre libros y sueños, emulando entre los mejores, venciendo dificultades, superándose en cada jornada. Lo que para otros era senda trillada, era para él fragoso camino, encrucijada o laberinto. Al recibir el título de abogado inició su carrera, la más brillante, la más resonante de las que cumple al hombre de leyes en Colombia. El foro fue su escuela, su tribuna, su cátedra, su campo de batalla, y desde él, desde ese cerrado y pequeño circuito solemne donde se direccionan las vidas y las almas, enseñó a los oprimidos, a los que tenían hambre y sed de justicia.”
Se debe seguir perseverando e insistiendo en la eliminación de toda forma de violencia y construir una sociedad en la paz total, más justa, igualitaria, participativa, incluyente, sin discriminación y que busque el desarrollo social, la justicia social y el mejoramiento de las condiciones de vida de los más necesitados, erradicando la desigualdad, el hambre, la miseria, la pobreza y que dignifique al ser humano en armonía con la naturaleza, protegiendo sus recursos naturales no renovables, que son esenciales para la existencia de la biodiversidad, de la vida humana y del desarrollo sostenible. Si a la paz, no a la violencia.