Los Obispos españoles proponen este Año Jubilar “como una oportunidad de redescubrir el don de la esperanza en la vida familiar, ya que nos trae una sobreabundancia de gracia”.
Con ocasión de la fiesta de la Sagrada Familia que, la Iglesia celebra este 29 de diciembre, la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, de la Conferencia Episcopal Española (CEE), da a conocer el mensaje de los Obispos españoles para esta Jornada, que se celebra recién iniciado, el 24 de diciembre, el Jubileo de la Esperanza y proponen este Año de Gracia “como una oportunidad de redescubrir el don de la esperanza en la vida familiar, ya que nos trae una sobreabundancia de gracia”.
La familia, comunidad que une persona y sociedad
Por ello, “en medio de una transformación profunda que puede afectar no solo a la sociedad, sino también al corazón de las personas”, los Obispos señalan a la familia como «comunidad que une persona y sociedad” y “un lugar de encuentro y apertura, donde se vive la reciprocidad, el amor y la fecundidad”.
La familia es fuente de esperanza
En la familia, precisan los Pastores, la persona, además de como individuo, se forma “como miembro de una comunidad que camina hacia Dios y hacia los demás”. Aprendemos, continúan los Obispos en su mensaje, “que «no es bueno que el hombre esté solo» (Gen 2,18) y que nuestra identidad se construye en la relación con los otros”. Esta verdad, puntualizan, “se convierte en una fuente de esperanza en una sociedad herida por el aislamiento, la soledad y la ruptura de los lazos comunitarios” porque “la familia es la primera y fundamental estructura en la que se aprende el sentido de la solidaridad, la gratuidad y el cuidado del otro. Allí donde el amor es verdadero y se comparte, surge la esperanza”.
La familia llamada a ser testigo de la misericordia divina
En este sentido, los Obispos españoles proponen la vivencia del Año Jubilar como una “invitación a fortalecer los lazos de amor en nuestras relaciones y a reconocer la dignidad de cada persona, especialmente en un momento en que las dinámicas sociales pueden llevar a la división y al desencuentro”. La familia cristiana “es llamada a ser testigo de esta misericordia divina, que no se cansa de perdonar y de renovar todas las cosas. En este tiempo de gracia, es fundamental que nos esforcemos por restaurar la confianza y el respeto mutuo, comenzando por el seno del hogar”.
¡No perdamos la esperanza!
Los Obispos también tienen una palabra “especial” para las familias que pasan por momentos de prueba, quienes sufren la enfermedad, la pérdida de seres queridos, la pobreza o la incomprensión. A ellos, particularmente, los exhortan para que “¡No perdamos la esperanza! El Señor camina a nuestro lado y renueva su promesa de vida abundante”.
El mensaje de los Obispos españoles concluye pidiendo a la Sagrada Familia de Nazaret que interceda por todas nuestras familias, “para que seamos fuente de esperanza y luz en un mundo que tanto lo necesita. Que el Año Santo que comenzamos sea un tiempo de gracia que nos permita redescubrir la belleza del amor familiar y la alegría de ser «peregrinos de esperanza» en el camino hacia el reino de Dios”.