
Por medio de Fondo Emprender, un campesino del Tolima logró posicionar su marca de café y afianzar alianzas fuera del país. El proyecto fue acreedor de un capital semilla de 80 millones de pesos.
Ibagué (@SENATolima). Elmer Rueda, un caficultor del Cañón del Combeima, en Ibagué, ha logrado consolidar su marca Frutos del Guardián y fortalecer alianzas comerciales gracias a una inversión de 80 millones de pesos del Fondo Emprender. Su historia es un ejemplo de resiliencia, emprendimiento y pasión por el café.
Del desplazamiento forzado al emprendimiento caficultor
Originario del municipio de La Palma, Cundinamarca, Rueda tuvo que abandonar su finca en 2001 debido al conflicto armado. Como muchos otros campesinos, su vida dio un giro inesperado, obligándolo a empezar de nuevo en la vereda Ramos y Astilleros, en Ibagué.
Lejos de rendirse, encontró en el café una oportunidad para reconstruir su futuro. Sin estudios formales en agroindustria, se formó de manera autodidacta: asistió a ferias, tomó cursos y aprendió de la experiencia de otros caficultores. Con el tiempo, desarrolló su propio enfoque en la producción y comercialización del café, entendiendo que la calidad y el conocimiento son clave en el mercado.
Una segunda oportunidad para su emprendimiento
En 2019, motivado por su espíritu emprendedor, Rueda presentó su proyecto Frutos del Guardián al Fondo Emprender, con el objetivo de impulsar su negocio. Sin embargo, la respuesta inicial fue negativa. “Fue un golpe duro, pero también una oportunidad para aprender”, recuerda.
En lugar de abandonar su idea, aprovechó la retroalimentación para mejorar su propuesta. Durante dos años, trabajó en el perfeccionamiento de su cultivo, optimizó sus prácticas agrícolas y obtuvo certificaciones ambientales. Además, entendió la ventaja única que le brindaban las tierras volcánicas del Cañón del Combeima, las cuales le otorgan a su café una acidez diferenciada, un factor muy valorado en el mercado.
Con su proyecto fortalecido, en 2022 volvió a postularse al Fondo Emprender y, esta vez, fue seleccionado. La noticia llegó mientras trabajaba en su finca. “No lo podía creer, saltaba de alegría. Fue un momento inolvidable”, cuenta emocionado.
Con los 80 millones de pesos obtenidos, modernizó su infraestructura, adquirió nueva maquinaria y optimizó el proceso de tostado del café. Además, formalizó su marca y comenzó a distribuir su producto en diversas tiendas de Ibagué, con miras a la expansión nacional e internacional.
Un futuro con aroma a café
Hoy, Frutos del Guardián se ha consolidado como una marca reconocida en la región. Rueda sigue trabajando con la misma pasión y curiosidad que lo han caracterizado desde el inicio. Participa en ferias, comparte sus conocimientos con otros emprendedores y experimenta con nuevas técnicas de cultivo.
“El café es más que un producto, es una historia, un arte y una oportunidad para transformar vidas”, afirma con orgullo. Su historia demuestra que, con esfuerzo y perseverancia, es posible superar las adversidades y convertir los sueños en realidad.